C. Climent

Sobre mí

Mi historia con el mundo del arte empezó con un lápiz y unos libros del colegio abarrotados de dibujos. Según mi profesora los había destrozado, pero para mí estaban mejor así.

Dibujo desde que tengo uso de razón, lo hacía en cualquier momento o superficie que se me pusiese por delante.

No vengo de una familia de artistas aunque a mi madre se le daba bien tocar el clarinete cuando era joven, no sé si eso cuenta.

Hace 4 años que decidí empezar a tatuar. Seguía dibujando por encargo pero sentía que algo me faltaba, se me quedaba corto. Buscaba algo más duradero y permanente. Algo que se pudiese pasear, presumir, que fuese mucho más personal e íntimo y llegara más al interior de cada persona. Que traspasase. A día de hoy no me imagino mi vida dedicándome a otra cosa que no sea esto.

Considero que ser un buen tatuador no es solamente tener un buen resultado en la piel. Creo que es saber escuchar, entender, conseguir darle la forma indicada a una idea, como también es ser cercano y crear un entorno cómodo y de confianza.

Para mí, es tan importante un tatuaje pequeño como una pieza grande y siempre le voy a poner el mismo cariño y pasión.

Mi propósito es que tengas una experiencia completa y que salgas sintiendo mi box como tuyo, como un espacio seguro y por supuesto, con un tatuaje de locos.